Durante el embarazo, el cuerpo atraviesa transformaciones profundas. Algunas de ellas, aunque naturales, pueden generar molestias inesperadas. Una de las más comunes es la migraña, un tipo de dolor de cabeza intenso que puede afectar la calidad de vida, especialmente en los primeros meses de gestación.
La migraña es el dolor de cabeza más frecuente durante el embarazo, sobre todo en mujeres que ya la padecían antes. Su origen está relacionado con los cambios hormonales, principalmente en los niveles de estrógenos, que fluctúan de manera considerable durante el primer trimestre.
Este tipo de dolor se caracteriza por su intensidad y duración, pudiendo extenderse durante varios días. A menudo se acompaña de náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz, los sonidos o los olores. En algunos casos, la migraña puede empeorar durante el embarazo debido a las limitaciones en el uso de medicamentos, lo que genera mayor incomodidad y preocupación.
Uno de los principales desafíos en este período es que muchos fármacos utilizados habitualmente para tratar la migraña están contraindicados, ya que pueden afectar al bebé. Si las crisis son severas, el sumatriptán puede ser una opción segura durante el embarazo y la lactancia, pero solo bajo indicación médica. En cambio, medicamentos que contienen ergotamina deben evitarse por completo, ya que pueden tener efectos adversos en la gestación.
A pesar de estas limitaciones, existen medidas no farmacológicas que pueden ayudar a aliviar los síntomas: descansar en ambientes tranquilos y oscuros, mantener una buena hidratación, evitar ayunos prolongados y cuidar el sueño. También se recomienda identificar los posibles desencadenantes (como ciertos alimentos o estrés) para prevenir nuevos episodios.
La buena noticia es que en 7 de cada 10 mujeres las migrañas mejoran o desaparecen después del primer trimestre. Esto ocurre porque los niveles hormonales tienden a estabilizarse y el cuerpo libera endorfinas, sustancias naturales que actúan como analgésicos y generan sensación de bienestar.
Conclusión:
La migraña durante el embarazo puede ser desafiante, pero con acompañamiento médico y hábitos saludables es posible atravesarla de manera segura y con menos molestias.
 Consultar al profesional adecuado, evitar la automedicación y priorizar el descanso y el autocuidado son claves para cuidar tanto la salud de la madre como la del bebé.
			




