La importancia del cepillado diario y el rol de los adultos en el cuidado dental de los niños
La salud bucal en la infancia es un aspecto esencial del bienestar general. Entre los principales enemigos de una boca sana se encuentra la placa bacteriana, una sustancia cremosa que se forma a partir de restos de comida, bacterias y subproductos que se adhieren a los dientes. Si no se elimina con una correcta higiene, puede generar caries, inflamación de encías y sangrado. El cepillado diario no es solo una recomendación: es una necesidad biológica.
¿Qué es la placa bacteriana y por qué es tan dañina?
La placa bacteriana se forma todos los días, cada vez que comemos. Si no es removida, comienza un proceso de acumulación que afecta directamente la salud de las encías. Este biofilm pegajoso produce ácidos que dañan el esmalte dental, generando caries, y al mismo tiempo causa inflamación, lo que deriva en sangrado e incluso enfermedades periodontales.
Existen dos momentos clave en los que el cepillado es innegociable:
- Antes de dormir: para asegurarse de que el niño se acueste con los dientes limpios y sin restos de comida.
- Después del desayuno: para comenzar el día con la boca limpia y protegida.
Evitar estos momentos puede dar paso al desarrollo de problemas dentales incluso desde edades muy tempranas.
Los adultos cumplen un rol fundamental en la enseñanza y supervisión de la higiene bucal infantil. Acompañar a los niños en el proceso de cepillado, convertirlo en una rutina diaria y explicarles su importancia con lenguaje adecuado a su edad es clave para establecer hábitos saludables desde temprano.
“El cepillado se hace al menos tres veces al día porque la placa bacteriana se forma cada vez que comemos. Es fundamental removerla a tiempo para evitar inflamación, sangrado y caries”, explica la odontóloga Constanza Maroni, especialista en ortodoncia y ortopedia maxilar.
Conclusión
Cuidar la salud bucal desde la infancia es una inversión a largo plazo. El cepillado diario, especialmente antes de dormir y luego del desayuno, es fundamental para prevenir la acumulación de placa bacteriana y las consecuencias que esta genera. Enseñar y acompañar a los niños en este hábito diario no solo protege sus dientes, sino que les da herramientas para toda la vida. Si tenés dudas sobre la mejor manera de cuidar sus dientes, consultá con un odontopediatra o profesional especializado.