Una señal que no siempre es grave, pero nunca debe ignorarse
La aparición de secreción por el pezón fuera del periodo de lactancia puede generar inquietud en muchas mujeres. Este fenómeno, conocido como derrame por pezón, es más común de lo que se cree y, en la mayoría de los casos, tiene un origen benigno. Sin embargo, su aparición siempre debe motivar una consulta médica, ya que también puede ser un signo temprano de cáncer de mama.
¿Qué estudios se realizan ante un derrame por pezón?
Cuando una paciente consulta por secreción en el pezón, los estudios indicados varían según la edad y las características del caso. Generalmente se recurre a una ecografía mamaria y, en mujeres mayores de 40 años, también a una mamografía. En algunos casos, se solicitan análisis de laboratorio para evaluar el perfil hormonal y descartar posibles alteraciones endocrinas.
“El derrame por pezón suele deberse a causas benignas, pero también puede ser un síntoma de cáncer de mama. Por eso es fundamental no subestimarlo y acudir siempre a una consulta médica”, explica el Dr. Ignacio Macció, médico especialista en Ginecología y Obstetricia.
Ante cualquier tipo de secreción que no esté relacionada con la lactancia, se recomienda consultar de forma temprana. El abordaje médico permite definir su origen y, si es necesario, indicar un tratamiento o seguimiento adecuado. El acompañamiento profesional es clave para resolver dudas y brindar tranquilidad a las pacientes.
¿Y si ya tuve derrame y estoy embarazada?
Una consulta frecuente es si es posible dar el pecho después de haber tenido un episodio de derrame. En estos casos, si ya se realizó el tratamiento correspondiente y el seguimiento fue favorable, no existe contraindicación para amamantar. Cada caso es único, pero haber atravesado un episodio de este tipo no impide disfrutar de la lactancia.
Conclusión
El derrame por pezón no siempre indica una enfermedad grave, pero sí es una señal que merece atención. Consultar a tiempo, realizar los estudios necesarios y contar con el acompañamiento de un especialista permite despejar dudas y actuar de forma preventiva. La detección temprana puede hacer una gran diferencia. Ante cualquier cambio o secreción en las mamas, la consulta médica es siempre el primer paso.