Lo que tenés que saber sobre el alta escolar y el rol del pediatra
En la infancia, la mayoría de las enfermedades son infecciones virales comunes. Por eso, una de las preguntas más frecuentes que se hacen madres, padres y cuidadores es:
¿cuándo puede volver mi hijo o hija al jardín o al colegio sin riesgo de contagiar a otros?
La respuesta, lejos de ser automática, tiene en cuenta aspectos clínicos fundamentales.
¿Cómo determinan los pediatras si un niño o niña puede retomar sus actividades?
El regreso a las actividades escolares no depende solamente de que “se vea bien” o tenga ganas de jugar. Existen tres criterios clínicos que los pediatras consideran indispensables para dar el alta:
- Ausencia de fiebre: El niño debe haber estado sin fiebre al menos durante las últimas 24 horas, sin el uso de antitérmicos.
- Resolución del cuadro clínico: Esto aplica a síntomas como vómitos, diarrea, dolor de garganta, dolor de oído, entre otros.
- Criterios de evicción escolar: Aquí entra en juego el Consenso de Evicción Escolar de la Sociedad Argentina de Pediatría, un documento que reúne las principales infecciones en la infancia (virales y bacterianas), y define cuánto tiempo debe pasar un niño en casa para evitar contagiar a otros.
“Volver a clases sin estar completamente recuperado puede significar seguir propagando enfermedades que se transmiten fácilmente entre niños y niñas”, explica la Dra. María Soledad Notrica, médica pediatra y subespecialista en terapia intensiva infantil.
Siempre que hayan pasado más de 48 horas sin asistir al jardín o la escuela, es importante comunicarse con el pediatra de cabecera para definir juntos si está en condiciones de regresar. No se trata solo de cuidar a tu hijo, sino de proteger a toda la comunidad educativa.
Acompañar a los más chicos en su recuperación, respetar los tiempos y seguir las indicaciones médicas ayuda a cortar el circuito de contagio y evitar brotes innecesarios en jardines y escuelas. Las decisiones compartidas con profesionales son una herramienta clave para cuidar la salud infantil de forma colectiva y responsable.
Conclusión
Respetar los tiempos de recuperación y consultar siempre con el pediatra son pasos fundamentales para un regreso seguro a las actividades escolares. Las infecciones en la infancia son frecuentes, pero con criterios claros y acompañamiento profesional, es posible cuidar la salud de cada niño o niña sin descuidar el bienestar del grupo. Una comunidad más sana empieza por decisiones responsables, tomadas a tiempo y con información confiable.