La vuelta al trabajo: emociones y expectativas en el posparto
Cómo gestionar los desafíos emocionales y encontrar el equilibrio
El regreso al trabajo después de la licencia puede ser un momento lleno de emociones intensas y encontradas. Ansiedad, culpa y dudas son sentimientos comunes que surgen al separarse del bebé y volver a la rutina laboral. Este proceso forma parte de lo que se conoce como la diada entre la persona que cuida y el bebé, un vínculo profundo que requiere tiempo y comprensión para adaptarse.
Es importante entender que estas emociones son completamente normales y forman parte del proceso de transición. La expectativa de encajar en el modelo de “persona que puede con todo” —trabajar, cuidar, y mantenerse siempre perfecta— no es realista y puede generar frustración. Este ideal, reforzado por mandatos sociales y culturales, aumenta la presión y la culpa en quienes no logran alcanzarlo.
“La idea de que podemos con todo, sin fallas ni miedos, no es real. Es fundamental bajar las expectativas y humanizarnos más”, explica Lucia Prado, destacando la importancia de aceptar nuestras emociones y errores como parte del aprendizaje.
En esta etapa, la corresponsabilidad toma un rol fundamental. El apoyo de la pareja, familiares, amistades e instituciones como guarderías y espacios laborales empáticos puede marcar la diferencia. Un entorno comprensivo no solo alivia la carga emocional, sino que también permite avanzar en esta transición de manera más saludable.
¿Cómo enfrentar esta etapa de la mejor manera posible?
- Aceptación del error: Entender que equivocarse es parte del aprendizaje ayuda a aliviar la presión.
- Redefinición de expectativas: Alejarse de los ideales imposibles permite una experiencia más genuina y humana.
- Apoyo en redes de confianza: Buscar ayuda en el entorno cercano y en espacios que brinden empatía y escucha activa.
Una crisis que fortalece
El regreso al trabajo no solo es un desafío, sino también una oportunidad para crecer. Las crisis, aunque críticas, son momentos que permiten aprender, reorganizarse y encontrar un equilibrio más saludable entre las nuevas responsabilidades y las emociones.
Conclusión
Transitar el regreso al trabajo después de la licencia es un proceso que requiere paciencia, apoyo y una buena dosis de humanidad. Abrazar las emociones, aceptar los errores y contar con una red de corresponsabilidad son los pilares para vivir esta etapa de la mejor manera posible. ¿La clave? Permitirse sentir y crecer en el camino.
Un texto muy empático y necesario para quienes enfrentan esta etapa. Los servicios de coaching de Rosa Gemma pueden ser clave para gestionar las emociones y construir una red de apoyo en el posparto.